Telde: la fusión de la naturaleza y la cultura canaria

Ciudad y municipio español ubicado a unos 13 kilómetros de la capital de Gran Canaria, Telde es el segundo municipio más poblado de la isla, y el más extenso de la comarca oriental grancanaria. En la época prehispánica, esta ciudad era uno de los dos reinos en los que se dividía la isla de Gran Canaria, por lo que hoy está repleto de yacimientos arqueológicos como Baladero, Tufia, Cuatro Puertas, Tara y Cendro, además de su casco histórico y los hermosos paisajes de los alrededores. Telde cuenta con tres barrios principales, un extenso litoral de unos 10 km, numerosas playas y una larguísima historia.

Telde no solo tiene mucho para ver, sino también para degustar, con su amplia oferta gastronómica. Desde sus famosas naranjas Navel cuyo sabor es a la vez intensamente dulce, algo ácido y sutilmente amargo, hasta el funcionamiento de la almazara y de la cadena de envasado de aceitunas, única existente en Canarias.

La hermosura teldense reside en los barrios de su casco histórico: San Juan, San Francisco y San Gregorio. Al recorrer el centro de la ciudad, es imprescindible que visites todos sus rincones para disfrutar plenamente de tu escala ahí. Empezamos entonces en el barrio de San Juan, albergue de dos Iglesias principales, la Plaza Mayor, y la Casa Museo de León y Castillo.

El barrio de San Juan

La Iglesia de San Juan Bautista es uno de los templos más antiguos de Canarias con orígenes que se remontan a finales del siglo XV, pero cuya construcción se prolongó hasta el siglo XVIII, de ahí la diversidad de estilos en su arquitectura. Se distribuye en tres naves con presbiterio flanqueado por capillas, columnas cilíndricas sobre las cuales descansan arcos de medio punto, salvo los de las cabeceras laterales que son apuntados. En su interior, destacamos el retablo gótico-flamenco del Altar Mayor, un conjunto escultórico relata seis escenas de la vida de Cristo, un Cristo Crucificado, y el tríptico flamenco de Adoración de los pastores.

Otra iglesia que también merece el desvío es la de San Pedro Mártir de Verona. Enclavada en la entrada de Telde, es actualmente un centro de exposición sobre la historia del municipio de Telde.

Siguiendo nuestro recorrido, nos dirigimos hacia la Casa-Museo León y Castillo, casa natal de los hermanos Fernando y Juan de León y Castillo, célebres políticos de finales del siglo XVII. Abierto de martes a domingo y días festivos (salvo excepciones) de las 10:00 a las 18:00 horas, este museo investiga, estudia, conserva, exhibe y difunde el legado de estos hermanos, así como las colecciones del museo. 

Aparece entonces el barrio de San Francisco, tranquilo y paisajístico, con sus calles estrechas y casas bajas con tejados a dos aguas y largas paredes encaladas. Aquí también están las cuevas aborígenes del Baladero y el centenario acueducto que lleva su nombre, un verdadero emblema de la ciudad. Pero los más curiosos entenderán enseguida que San Francisco es mucho más que un pequeño conglomerado de callejuelas en la ciudad de Telde. Es un barrio de artesanos, antigua judería donde habitaban aquellos que trabajaban para la burguesía del cercano barrio de San Juan. En la Plaza de los Romeros, un espacio abierto donde podemos alcanzar una panorámica más extensa de nuestra ubicación, con vistas a los yacimientos de Tara y Cendro y al Puente de los Siete Ojos, un puente construido en 1868 por Juan de León y Castillo. Además, el barrio de San Francisco alberga a su propia iglesia que lleva el mismo nombre, y que en su turno guarda el Cristo de la Agonía.

El barrio de San Gregorio

Acabamos la vuelta del barrio histórico en el barrio de San Gregorio, punto de asentamiento de los comerciantes y artesanos. En este, destacamos ante todo la Iglesia de San Gregorio, una parroquia neoclásica que fue realizada por Diego Nicolás Eduardo en 1848, situada en la plaza del mismo nombre en pleno casco urbano de Telde. En su interior hay muchos retablos neoclásicos del pintor y restaurador gran canario José Arencibia Gil, además de la icónica talla de Nuestra Señora de los Dolores que fue realizada a finales del siglo XIX por Silvestre Bello. En fin, la Iglesia de San Gregorio dispone también de un pequeño museo que se basa en la colección de objetos que tiene cabe destacar algunos de un gran valor histórico, como el báculo y la mitra del Obispo Codina, entre otras cosas.

Como ya mencionado, Telde se destaca de los demás municipios de Gran Canaria por haber sido uno de los dos reinos en los que la isla se dividía en la época prehispánica. Conocida también como la ciudad de los Faicanes, Telde posee más de un centenar de yacimientos arqueológicos. Entre ellos, el más conocido es sin duda alguna el de Cuatro Puertas. Es una de las muestras más claras que tenemos en la actualidad de cómo era la vida de quienes aquí estaban antes de la conquista, sobre todo de aquellos que vivían en Gran Canaria.

Esta cueva artificial de amplias dimensiones, excavada a mano en la toba volcánica, tiene como rasgo más característico sus cuatro puertas orientadas hacia el norte que dan paso a la gran sala. Junto a este almogarén encontramos una multitud de cuevas como la Cueva de los Papeles y la de los Pilares, a las que se puede llegar siguiendo el camino tallado en la toba que recorre el morro por el lado sur.

Aparte de sus vestigios arqueológicos, la ciudad de Telde también cuenta con un extenso litoral de casi diez kilómetros en el que se localizan las playas de La Garita, Melenara, Salinetas, Ojos de Garza y Tufia. La primera de estas se abandera de azul, particularmente en las épocas de alta afluencia. Su arena es oscura y fina, de origen volcánico, naciente de una plataforma que la lava creó, con forma de concha abierta, en los últimos episodios volcánicos ocurridos en la isla.

Enclavado en los 260 metros de arena negra encontramos una formación geológica muy singular donde la marea entra por un agujero submarino que inunda el hueco grande de este curioso sitio y después sale a presión por uno pequeño, así produciendo un chorro de agua tipo géiser generando un sonido muy característico. Conocido como "El Bufadero de La Garita", atrae cada año a un gran número de visitantes. En La Garita también se encuentran las ruinas de un poblado originario, lo que nos da a conocer la importancia de este lugar desde los antepasados de los isleños.

Esta playa tiene muchos servicios para sus visitantes, tales como servicios públicos y adaptados a PMR, rampas de acceso, aparcamientos, paneles informativos y servicio de socorrismo, entre otros, pero está absolutamente prohibido bañarse en El Bufadero ya que es muy peligroso. Así que es recomendable disfrutar del encanto de este lugar con mucha precaución y luego dirigirte a cualquiera de las playas cercanas, si lo que quieres es un chapuzón.

La Feria de la Naranja

Desde 2011 Telde viene celebrando una Feria de la Naranja, ya que el producto agrícola estrella de Telde son sus naranjas de ombligo, conocidas también por su denominación en inglés «navel». Su cultivo, sin embargo, no es nuevo, puesto que ya hay referencias bibliográficas en el siglo XVI que indican su producción en la zona.

Eso sí, esta cita anual entre consumidores y productores no solo tiene como fin degustar y adquirir naranjas, sino promover su aplicación en toda clase de elaboraciones gastronómicas, como para hacer unas tortillas de carnaval con mermelada de naranja, por ejemplo. Además, la feria siempre cuenta con otros productores locales que ofrecen panes, vinos, quesos, papayas, repostería… Vale bien la pena darse una vuelta.

Los Olivos

Llegamos al otro producto estrella de la región, la aceituna y el aceite de oliva virgen extra. A tan solo 5 minutos de la ciudad de Telde se encuentra el Centro Ecológico Cultural Los Olivos, una bonita finca de 50.000 m2 en la que están plantados más de 1.000 olivos, y donde se cultiva la aceituna de forma ecológica.

Acondicionada y habilitada para ser visitada por niños, mayores y personas con movilidad reducida, este parque temático singular nació con una doble vocación agrícola y educativa, recibe cada año a más de 11.000 escolares, y además alberga a más de 70 variedades de animales que encuentran en sus instalaciones un hogar donde sentirse protegidos y cuidados.

Hay opciones para visitas familiares, escolares o de grupo, así como campamentos, zonas de picnic e incluso una cafetería. Los Olivos es realmente un parque que tiene mucho que ofrecer.

Desde Las Palmas de Gran Canaria se puede acceder a Telde a través de dos vías de comunicación:

• La GC-1, la autovía moderna y de trazado rectilíneo
• La C-812, una carretera sinuosa pero muy pintoresca que entra a la ciudad por el famoso Puente de los Siete Ojos

En caso de que prefieras utilizar el transporte público, hay muchas líneas que te llevarán a Telde, y eso desde varios puntos de partida. Si vienes desde Las Palmas, la línea más directa es la n°80. En caso de que quieras una ruta más pintoresca o que vengas de otra parte de la isla, te aconsejamos consultar la página web de Guaguas Global en que encontrarás toda la información necesaria para elegir la línea y ruta que mejor vaya con tus planes.