Desde la invención de la rueda, uno de los usos que más se les ha dado es el de los viajes. Luego, en los 1800, que la bicicleta empezó a recorrer las rutas, se volvió una imprescindible herramienta de descubrimiento del mundo. Ahora, en la plenitud del siglo XXI, las dos ruedas siguen siendo un extraordinario medio de transporte para viajar, que permite disfrutar de los trayectos y conocer lugares recónditos, obviados por los camiones, trenes y aviones.
Más económico y sin huella de carbono, a dos ruedas es posible develar una parte de España inédita, repleta de tesoros y majestuosos paisajes.
Aquí te proponemos cinco rutas –una por cada punto cardinal, y un pilón, ideal para hacer en familia– para recorrer España en bicicleta. De las montañas del norte a las playas del sur, a través de pueblos con encanto, ciudades históricas, vestigios romanos, viñedos y bosques, un festín para los sentidos y la invitación a conectar con la más auténtica de las Españas.