La viticultura tiene una larga historia en Canarias, ya que el vino del archipiélago comenzó a producirse a partir del siglo XV. Con el descubrimiento de América, la viticultura se intensificó para abastecer a las flotas, pero la isla de Lanzarote no tenía buenas condiciones de cultivo debido a los vientos alisios y a la escasez de lluvias...
Por esta razón, los agricultores desarrollaron una técnica de cultivo única: descubrieron que la arena volcánica negra, llamada picón, combinada con un muro bajo de piedra volcánica para proteger las vides del viento, tenía efectos beneficiosos para el crecimiento de las plantas. Este método de cultivo tiene una función termorreguladora que preserva la humedad del suelo y permite que las vides crezcan bien.