Construida entre 1788 y 1791, la Puerta de Brandeburgo marca la primera introducción de Berlín a la arquitectura de estilo renacimiento griego. En 1793, la estatua de la Cuadriga, diseñada por Johann Gottfried Schadow, se colocó en lo alto de la puerta. Esta estatua tiene una historia singular. En 1806, durante la ocupación de Berlín por las fuerzas napoleónicas, el emperador francés transportó la Cuadriga a París como premio de guerra y representación simbólica de su triunfo. Tras la abdicación forzada de Napoleón en 1814, la Cuadriga regresó a Berlín, donde volvió a adornar la Puerta de Brandemburgo, mirando al este, hacia el centro de la ciudad. 1946 marcó el comienzo de una nueva etapa para la Puerta de Brandemburgo con la división de Alemania y Berlín tras la Segunda Guerra Mundial. Situada en el antiguo sector soviético, la Puerta fue contenida por el Muro de Berlín en 1961 y colocada en una zona prohibida a lo largo del arco del Muro, haciéndola inaccesible a residentes y visitantes. Sin embargo, cuando cayó el Muro de Berlín, el 22 de diciembre de 1989 se celebró una reunión excepcional de 100.000 personas a las puertas de la Puerta de Brandemburgo, que marcó su reapertura oficial. Después, hordas de juerguistas acudieron a la región para conmemorar su primera Nochevieja compartida en la ciudad antaño dividida. Hoy, más que ningún otro símbolo de la ciudad, la Puerta de Brandemburgo es el emblema del Berlín reunificado.
