Catedral de Palermo, patrimonio histórico y artístico de la ciudad

Un poco de historia

Importante edificio religioso situado en el centro histórico de la ciudad, la Catedral de Palermo ha sido testigo de todos los acontecimientos históricos que han tenido lugar desde su existencia. Su construcción se remonta al siglo XII por el arzobispo Gualtiero Offamilio, pero en realidad la catedral fue el tercer edificio religioso construido en el mismo lugar: ya en el siglo IV existía una antigua basílica destruida por los vándalos y reconstruida por el obispo Vittore en 604. Más tarde, bajo la dominación árabe en el siglo IX, se transformó en mezquita: una** página del Corán** en su interior da fe de ello.

La catedral está dedicada a la Virgen María y forma parte de la ruta árabe-normanda, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su estilo arquitectónico es una mezcla de elementos románicos, góticos, renacentistas y barrocos. Hoy en día, es una gran atracción turística y un importante centro de culto para los fieles.

El interior de la catedral

La catedral tiene planta de cruz latina con tres naves divididas por pilares. Alberga numerosas obras de arte, como la capilla del Santísimo Sacramento, el altar del Crucifijo y la capilla de Santa Rosalía, patrona de la ciudad de Palermo, cuyas reliquias se conservan en una preciosa urna de plata. También hay dos pilas, una pila bautismal y la corona y las joyas de Constanza de Aragón, que junto con otros objetos sagrados constituyen el tesoro de la catedral.

En el suelo de la nave, que la atraviesa oblicuamente, hay un reloj de sol, un instrumento construido por el astrónomo Giuseppe Piazzi para que los ciudadanos pudieran medir el tiempo. La construcción finalizó en 1801, como se desprende del grabado de la placa de mármol blanco situada al pie del gnomon, un orificio de la cúpula por el que entra la luz e incide directamente sobre el reloj de sol.

También hay que visitar las tumbas reales, testimonio de la historia y el pasado de Sicilia. Entre las más importantes, la del primer rey de Sicilia, Roger II, es también la más antigua. También está el sarcófago en forma de templo del rey Enrique VI y el de la emperatriz Constanza de Altavilla, su esposa y los padres de Federico II. Otro sarcófago notable es la tumba de mármol blanco de Constanza de Aragón, la primera esposa de Federico II. Cuando visites las tumbas, descubrirás también el misterio que rodea a la tumba más ornamentada, la de Federico II.

La Sala del Tesoro conduce a la cripta, que contiene los sarcófagos de los arzobispos de Palermo, entre ellos el de Gualtiero Offamilio, fundador de la catedral. También hay un sarcófago romano y otro normando.

Después de visitar el interior de la catedral, merece la pena subir las escaleras hasta los tejados. Desde allí podrás contemplar todo Palermo y disfrutar de una magnífica panorámica.