Plaza Jemaa El-Fna, el corazón de Marrakech
El primer día, nada como impregnarse del ambiente de la ciudad. Marrakech es inmensa, con una paleta de colores intensos a juego. Pero es en la plaza Jemaa-el-Fna donde el corazón de la ciudad late con más fuerza. Esta mítica plaza es el punto culminante de la capital almorávide.
Día y noche, esta encrucijada cultural oscila entre la tradición y la modernidad mientras la gente va y viene. Para verla desde un ángulo diferente, más tranquilo, te recomendamos ir antes de que Marrakech se despierte, al amanecer. Durante el día, te puedes escapar del bullicio de este centro de negocios para admirarlo desde un poco más arriba, y subir a una de las terrazas de los alrededores mientras te tomas una especialidad local: el té a la menta. El café Zeitoun es uno de los bares más bonitos de la explanada.