Viajar a Canarias: ¿qué isla te conviene más?

Tenerife es la más grande de las Islas Canarias, lo que la vuelve una de las más populares. Tiene el pico más alto de España –El Teide– y uno de los volcanes más grandes del mundo, por lo que es un paraíso para senderistas y quienes disfrutan de impresionantes vistas desde las alturas.

Al ser la capital, Tenerife es un destino versátil, con actividades para todos los gustos, sin embargo, destaca por su parque natural homónimo de aquel altísimo pico recién mencionado, que la UNESCO ya declaró Patrimonio de la Humanidad. También tiene playas, como Las Teresitas, y piscinas naturales que se crearon tras las erupciones volcánicas.

Tenerife es muy conocido por su Carnaval de Santa Cruz, que por una semana llena las calles de música, colores y bailarines con disfraces estrafalarios. Este evento convoca cada inicio de año (se suele hacer en febrero o marzo) a cerca de un millón de personas.

Esta es la segunda isla más grande de las Canarias, también muy popular por su diversidad de actividades. Aquí están las impresionantes Dunas de Maspalomas, un campo vastísimo de montañas de arena.

También en Gran Canaria está el Roque Nublo, un monolítico emblemático y punto de referencia en el centro de la isla. Está en un parque natural que tiene uno de los acantilados más profundos del mundo.

Aunque las atracciones naturales de aquí valen muchísimo la pena, no es lo único que hacer en Gran Canaria. La Vegueta, el casco antiguo de Las Palmas, con arquitectura colonial y la Catedral de Santa Ana, son imprescindibles.

Esta isla se encuentra en el extremo suroeste del archipiélago de las Canarias, cerca de África. Es la más alejada del continente europeo en el grupo.

El Hierro ofrece oportunidades para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Los visitantes pueden explorar bosques, acantilados, reservas naturales y senderos. La isla entera ha sido declarada Reserva de la Biósfera por la UNESCO, además de ser considerada pionera en turismo sustentable.

La isla de Lanzarote tiene la particularidad de que gran parte de su territorio fue cubierta por lava tras una gigantesca erupción volcánica. Inactivo ya este volcán, dejó detrás el Parque Nacional de Timanfaya, que parece un paisaje más de la luna que de la tierra.

Esta isla fue el hogar del artista y arquitecto César Manrique, que aprovechó la particular orografía para ir dejando huellas de estructuras únicas y muy atractivas.

Por supuesto, una de las ventajas de este destino son sus preciosas playas. Las de Lanzarote son particularmente despampanantes, así que aquí tienes una lista de las mejores cinco.

Esta es una de las islas más pequeñas de las Canarias, lo cual le da un sabor muy particular. Aquí está el Parque Nacional de Garajonay, un bosque de laurisilva, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Las aguas que rodean La Gomera son excelentes para la observación de ballenas y delfines, así que una excursión en barco es una de las actividades más solicitadas.

Al ser una isla en la que lo más importante es su riqueza natural, la cultura está permeada de perspectivas ecológicas y sostenibles, incluso en términos de turismo.

Hospédate en Lanzarote

El gran fuerte de esta isla son sus extraordinarias playas de arena blanca y finísima, y olas color turquesa. Además, al haber tantas riberas tan bonitas, en Fuerteventura es fácil encontrar una que no esté abarrotada de turistas, lo cual, sinceramente, puede ser difícil en las otras islas.

El ambiente en Fuerteventura es más surfer y medio hipster, especialmente en Lajares, un pequeño rincón del paraíso enclavado al pie de los volcanes que conducen a la isla de Lobos.

Pero si la arena no es lo tuyo, puedes visitar Betancuria, un pueblo muy pintoresco con mucha historia y arquitectura tradicional, perfecto para empapadas culturales e históricas en un

Esta es una de las islas más occidentales del archipiélago. Esta es la opción perfecta para quienes buscan relajarse en un entorno natural, en el que el tiempo corre despacio y el clima se respira caliente. Santa Cruz de la Palma, la capital de la isla, es conocida por su arquitectura colonial bien conservada y su puerto, donde se come muy bien.

El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, es uno de los mayores atractivos de La Palma, y una de las reservas más impresionantes de España, con un gigantesco cráter y cascadas. Para quienes hacen senderismo, este parque es una gozada. Además, el Observatorio del Roque de los Muchachos es considerado como uno de los mejores lugares del mundo para la observación astronómica por su limpísimo cielo.