Conoció su máximo esplendor en los años 70. Sin embargo, ya no se practica en los países industrializados. Está desaconsejado, en buena medida a causa del riesgo que supone para la seguridad en numerosos países. Únicamente debe utilizarse en caso de «avería» del vehículo o de falta de dinero para continuar el viaje. Sin embargo, si te empeñas en utilizar este medio de transporte, debes respetar algunas reglas.
Ante todo, informarte acerca de las leyes en vigor en el país al que viajes. A continuación, elige adecuadamente el lugar en el cual te ubicarás: paradas de autopistas, peajes, estaciones de servicio o depósitos de camiones en los recorridos de larga distancia. Para los recorridos cortos, son mejores las carreteras secundarias. En cualquier caso, se trata de ubicarse en el lugar en el que los vehículos podrán detenerse fácilmente.
Evita llevar un equipaje demasiado grande y no olvides la pancarta, eso evitará que los automovilistas se paren en vano.
Finalmente, es mejor que evites realizar autoestop de noche, sobre todo en regiones que te resulten desconocidas ¡y más aún si eres mujer! Además, es mejor hacer autoestop en parejas. Parece ser que la pareja hombre-mujer es la que genera mayor confianza...
Tampoco debes dejar tu equipaje en el coche si no te encuentras en el interior del mismo. Es mejor llevarlo encima que dejarlo en el maletero.
Si el conductor te da mala espina o si conduce mal, no dudes en bajar del vehículo cuando la ocasión te lo permita. Sobre todo, ve controlando el camino para asegurarte de que el automovilista se dirige hacia donde te ha dicho.
Mantén la calma, muestra simpatía y conversa, ya que muchas veces esta es la razón por la cual se recoge en un autoestopista.