Es cierto que el autoestop siempre ha existido. Sin embargo, el autoestop organizado es algo más reciente. Y se denomina compartir coche. Se trata de una nueva tendencia que apareció en Alemania hace una década. Aunque este concepto no es tan extendido en España a diferencia de otros países europeos, en épocas de crisis el número de sitios web que promueven este modelo de viajar compartiendo gastos ha comenzado a multiplicarse. Actualmente, se presenta como una alternativa al avión (a menudo demasiado caro) y al tren (que cada vez cuesta más). En la mayoría de los casos, la preocupación por el medioambiente es lo que más motiva a adoptar esta opción.
Un conductor ofrece compartir su vehículo con personas interesadas en realizar el mismo trayecto. Él es quien decide las modalidades del viaje (horario y lugar de salida) y solicita una compensación económica idéntica para todos los viajeros. A pesar de que algunos logran obtener ciertas ganancias con esta actividad, la ley prohíbe que compartir coche se convierta en una práctica profesional. El conductor no debe obtener beneficios y debe solicitar una cantidad coherente con los kilómetros recorridos.
Esta modalidad se ha visto muy beneficiada por el surgimiento de Internet. Desde hace varios años, son muchos los sitios web que ofrecen estos servicios. Docenas de plataformas en línea permiten organizar este tipo de viaje. Los conductores introducen el trayecto que deben realizar y comparten sus datos para que los pasajeros que deseen realizar la misma ruta los puedan contactar. Todos salen ganando: el conductor puede cubrir los gastos de su viaje (gasolina y posibles peajes), y los pasajeros pueden desplazarse se forma más económica.
Finalmente, otra de las ventajas que hay que tener en cuenta es que compartir coche permite reducir considerablemente las emisiones de CO2.